sábado, 2 de junio de 2012

La clave de lectura de las virtudes teologales.


El dinamismo de la vida teologal suele describirse, particularmente en la ascética cristiana, en la clave operativa de las virtudes (amor, esperanza y caridad). San Pablo, concede gran importancia al tema de la fe, de la esperanza y de la caridad, aunque nunca habla de ellas en términos de "virtud". Esto se debe atribuir probablemente al propósito de evitar que estas virtudes teologales puedan interpretarse según las categorías de la ética griega, es decir, como simples resultados del esfuerzo humano. Otro motivo de la desconfianza antes señalada puede radicar en el progresivo vaciamiento teológico de las virtudes, que comenzó ya en

la época inmediatamente pos-paulina, así como en el riesgo de fragmentación de la vida cristiana, en detrimento de su unidad esencial.
A pesar de ello, hay que admitir que las virtudes teologales, si se toman en profundidad, son esencialmente recíprocas, La fe, como respuesta integral del hombre a la auto-donación de Dios en Jesucristo, no puede expresarse adecuadamente más que en clave de fidelidad en el amor y como confianza total en la lealtad de Dios.

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