jueves, 7 de junio de 2012

REFORMA DE LA IGLESIA...


A partir del siglo XVI la historia de la Iglesia reviste algunas características nuevas. La Iglesia latina y la Iglesia de Oriente seguían ya caminos distintos desde hacía siglos. Con la reforma protestante, la iglesia latina se divide a su vez en varias confesiones rivales: luteranismo, calvinismo y anglicanismo. Al mismo tiempo, como consecuencia de los grandes descubrimientos, el evangelio se anuncia en el mundo entero. En un período en que los estados se afirman y triunfa el absolutismo, la historia de la Iglesia se convierte a menudo, incluso en el catolicismo, en la historia de las iglesias nacionales.

La Reforma nació de la piedad de finales de la Edad Media, sobre todo, de la “devoción moderna”, donde se favorecía una búsqueda apasionada de Cristo en el evangelio; pues las deficiencias y defectos de algunos hombres de la iglesia romana cada día eran más palmarios y evidentes, debido al ambiente renacentista en lo que tenía de mundano, y del que no se sustrajeron algunos papas, obispos y monasterios.

¿Quién fue el protagonista de esta Reforma?
El monje agustino Martín Lutero fue el protagonista de este doloroso cisma en la Iglesia católica. Pues quería una iglesia más pura y acorde al evangelio. Pero con el paso del tiempo las pasiones irascibles le hicieron explotar y desobedecer a la autoridad papal, pues Lutero era violento e intransigente. Se ordenó de sacerdote, no tanto por vocación sincera, sino por el deseo de no condenarse, dado que él sentía dentro de sí muy fuerte la concupiscencia.

¿Cuál fue la chispa que provocó el incendio?

El príncipe Alberto compró al Papa León X el arzobispado de Maguncia. Para que Alberto pagara, León X le concedió publicar una indulgencia para recabar dinero destinado a la construcción de la catedral de Maguncia y de la basílica de san Pedro en Roma. Indignado Lutero publicó 95 proposiciones acerca de la doctrina de las indulgencias, mezclando reproches contra la autoridad eclesiástica, y las clavó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg. Lutero rechazaba la falsa seguridad que daban las indulgencias, pues el cristiano no puede comprar la gracia de Dios. Lutero en estos primeros momentos se mostraba moderado en su ataque al papado y no pensaba en romper con Roma. Sus tesis tuvieron un enorme éxito a través de Alemania y de toda Europa. Erasmo las aprobó con entusiasmo.


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