martes, 19 de junio de 2012

El objeto de la educación segun Rousseau.





“La obra maestra de una buena educación es hacer un hombre razonable… esto es comenzar por el fin, es querer hacer el instrumento de la obra”[1].  La educación del ser humano tiene como fin último el desarrollo pleno del ser humano, crear un ciudadano libre, razonable y consciente de sus actos. Un ser humano integro en toda sus dimensiones, entiéndase por morales, físicas e intelectuales capacitado para dar un valor critico a los sistemas sociales, económicos y culturales que le rodean. El hombre no es el rey de la naturaleza, sino su producto.
El tema de la educación es un tema actual y muy relacionado con la vivencia cotidiana del ser humano, no se limita solamente a lo escuchado en las aulas de clase, sino más bien es algo que se va aprendiendo con la experiencia y es un progreso en la vida del hombre que se acaba con su muerte. ¿Podrá la educación contribuir a las trasformaciones del hombre? ¿Será  capaz el hombre de ser  un individuo educado para la vida? Educar para la vida nos lleva a educar considerando que la educación es una tarea personal, en la que el sujeto de la educación debe implicarse y sentirse protagonista. El hombre es el centro y el fin del proceso educativo, y el educador debe tener con cada educando una actitud cercana, de escucha y de atención a la vida. Esta atención a la vida consiste -como lo hemos dicho anteriormente en la capacidad del hombre por amarse a sí mismo, lo cual a su vez consiste en tener lo esencial para vivir y sentir compasión (amor al prójimo) hacia las personas que nos rodean.
La finalidad de la educación es el desarrollo pleno e integral de la personalidad del hombre en un ser libre, y de todas las dimensiones que le configuran como persona y le ayudan a la apertura y la relación con los otros.
Con este trabajo, podemos decir, que nos llevará a exponer  que el ser humano, con una adecuada educación podrá perfeccionarse, ser una persona dotada de sentimientos que le muevan a sentir compasión por los demás, la educación del ser humano comenzando por su infancia, lo conducirá a convertirse en una persona valorada por sí mismo y por su entorno. 
Consecuentemente la educación del hombre lo llevará a ser una persona libre, capaz de convertirse en un verdadero ciudadano, creando así un hombre nuevo para una nueva sociedad.


[1] ROUSSEUA, Jean Jacques. Emilio o de la educación. Opus cit. Pág. 96.

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