viernes, 19 de noviembre de 2010

La Comunion de las manos vacías.


En estos dias, mientras ocupaba mi mente en cosas que ayuden a mi intelecto me tope con un personaje un poco desconocido para mi llamado Eduardo Galeano el cual escribio el siguiente articulo:
“Al toque de diana, se levantaron todos. Nadie había pegado los ojos en aquel inmenso barracón. Los presos habían estado de plantón hasta la madrugada después de una jornada de palizas y amenazas de fusilamiento, y corrían rumores de exterminio. Un preso recién llegado de Montevideo, que todavía no había perdido la cuenta del almanaque, informó: Hoy es domingo de Pascua. Los cristianos se pasaron la voz. Había que celebrar. Estaba prohibido juntarse, no se permitía ninguna clase de reunión, fuese para lo que fuese, y en carne propia los presos habían aprendido que la prohibición no era ningún chiste. Pero había que hacerlo. Los demás presos, los que no eran cristianos, ayudaron. Algunos sentados en sus cuchetas, vigilaban las puertas de rejas. Otros formaron un anillo de gente que iba y venía, caminando como al descuido, alrededor de los celebrantes. Y al centro, ocurrió la ceremonia.